Abarcamos aquí uno de los n-esimos problemas por el Aval de Cónyuges a Sociedades Familiares con Solvencia Global Insuficiente o a Familiares que generan impagos de préstamos personales por falta de ingresos o exceso de dispendio en gastos, como también por la alegre Contratación de elevados Préstamos y Créditos Personales a título particular.
Pero ete aquí que los acreedores principales, normalmente los bancos y sociedades financieras como
puedan ser las de garantía reciproca
–también conocidas en el argot como SGRs-, tuvieron a bien mantener alguna buena
práctica o costumbre de la banca tradicional, el contar con garantías adicionales en forma de avalista
cuando no quedaban activos que hipotecar o esta vía resultaba más ágil (aval
del socio/s mayoritarios y su cónyuge si acaso estuvieran en gananciales, o si
estuvieran en régimen de bienes separados por qué no también si el patrimonio
personal es compartido) para acceder a apoyar
financieramente a aquellas PYMES y empresas que en los momentos pre-crisis
ya presentaban unos fundamentales de
solvencia y rentabilidad realmente
exiguos como para con la garantía societaria poder asumir con alguna
certeza el servicio de la deuda formalizada.