Mostrando entradas con la etiqueta oferta. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta oferta. Mostrar todas las entradas

jueves, 24 de febrero de 2011

Alternativas de ahorro e inversión seguras a largo plazo, distintas a los depósitos bancarios y rentables (>6,50%)

Compartir
Esta semanaba comentabamos en la portada de financialred sobre la estrategia a seguir en referencia a las imposiciones a plazo fijo que coloca el ahorrador medio, con datos de la oferta actual de depósitos bancarios a largo plazo en España: el post lo titulamos así, momento de ponerse cortos o largos... en depósitos a plazo fijo

Siguiendo la opinión allí vertida sobre la convergencia a corto y medio plazo de las variables macro con la estabilización del sistema bancario español que permita suavizar la hoy conocida como "guerra del pasivo", guerra que siempre ha existido, sólo que otras veces era con "espadas" y actualmente estan luchando por la captación de dinero nuevo "a cañozo limpio", extratipando a tope.

Dejando ya de lado las ofertas de depósitos crecientes a largo plazo (tipos anuales próximos al 4,5% de rentabilidad), vamos a poner aquí el foco en los bonos de empresa (renta fija). Después os comentaré alternativas en bonos que ofrecen cupones anuales y rendimientos superiores al 6,5% con rating favorable (recordemos que los pagarés de nueva rumasa ni tan siquiera tenían rating ni cotizaban) y una calidad creditica alta. ¿Cotizar el qué?

Que sea renta fija no quiere decir que no cotice, puesto que las emisiones de bonos cotizan efectivamente a diario en el mercado secundario de renta fija, el AIAF en España. Por tanto si no aguantas el bono/s comprados hasta el vencimiento pudieras tener una plusvalia o minusvalia en función de esta cotización, por encima o por debajo del nominal de la emisión.

¿Cómo se mueve la cotización de la renta fija?

jueves, 16 de septiembre de 2010

EL MAL LLAMADO MERCADO LABORAL ESPAÑOL

Compartir
Digo mal llamado "mercado laboral" porque para que haya mercado tiene que haber oferta y demanda de un bien o servicio.


En España faltan empresas y seguirán faltando porque no se fomenta el espíritu emprendedor como medio de vida y como contribución al crecimiento económico.


Al mismo tiempo, millones de personas demandan un empleo, porque éste será su principal fuente de ingresos (tanto en el presente como en el futuro). Para optar a este puesto de trabajo, han realizado un esfuerzo inversor en una determinada formación durante la primera cuarta parte de su vida. El empleo significa, además de un sueldo, un horario, unas vacaciones, el cobro de unos trienios, el seguro de paro y de formación...,lo cual les dará estabilidad económica.


Sin embargo, la oferta de empleo es prácticamente inexistente. En primer lugar porque, como ya hemos comentado, faltan empresas. En segundo lugar, porque las empresas que hay (tradicionalmente empleadores) han optado por recurrir a otro tipo de contratos. Durante los últimos quince años las empresas ofrecen un contrato por obra o servicio, un contrato mercantil, un contrato de autónomo o un contrato de autónomo económicamente dependiente, o simplemente nada.



Es decir, se demanda lo que no se ofrece y se ofrece lo que no se demanda. Así es imposible lograr una cantidad y un precio de equilibrio. En consecuencia, la tasa de paro en España es siempre superior a la de paises de nuestro entorno. Actualmente representa el 2% de la tasa de paro mundial.



Durante los últimos treinta años los sucesivos gobiernos españoles se han esforzado por solucionar este desequilibrio y en mitigar sus efectos más inmediatos, como es la reducción del consumo de bienes y servicios (que a su vez genera más desempleo), déficit público, etc.. Con este fín, han reformado la normativa laboral en varias ocasiones, siempre intentando fomentar la contratación de trabajadores por medio del abaratamiento de la futura rescisión del contrato laboral. Estas medidas deberían haberse complementado con otras, incluso educativas, a través de las cuales se potencie la creación de empresas, ya que la falta de empleadores es el verdadero problema.



Pero nuestros gobernantes, sus asesores y los miembros del parlamento, no tienen la necesidad de buscar un empleo ni de contratar los servicios de nadie para que su empresa funcione. Y en consecuencia, no conocen el problema. Si no conocen el problema, es muy difícil solucionarlo.